ASESINAN A KIRK, TRUMP CONTRA SOROS, EE.UU. EN LLAMAS
EE.UU. está pasando por una delicada situación. ¿Es inevitable una guerra civil?


Tras la salida de Elon Musk del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la solidez y la fuerza de esta segunda administración Trump han ido cuesta abajo. El apoyo estadounidense al ataque israelí a Irán, el idea y vueltas en la divulgación del los Epstein File, terminaron por golpear gravemente la popularidad y la credibilidad del presidente republicano frente a sus seguidores más leales.
Para evitar que el barco MAGA se hundiese hacia el fondo de las profundidades, a principios de septiembre el presidente recurrió a una de sus banderas más reconocibles: atacar retóricamente a su némesis habitual, George Soros y su hijo Alexander. La idea es decirle a los seguidores más fieles, "el viejo Trump sigue estando aquí".
Como suele acostumbrar, fue un show vacío, una diatriba sin consecuencias reales. Al igual que en su primer mandato, pero esta vez con una retórica más incendiaria.
Como es ampliamente sabido, el magnate financiero húngaro se opuso a sus políticas migratorias, creyente en la "sociedad abierta liberal" ve en la impronta de Trump la disolución de todo el orden globalista. El bunker del clan Soros es su organización "filantrópica": "Open Society Foundations" (La Nación)
Esta vez Trump mencionó la Ley RICO que establece penas para actos delictivos llevados a cabo por organizaciones criminales.
"George Soros, y su maravilloso hijo de la Izquierda Radical, deberían ser acusados por RICO por su apoyo a las Protestas Violentas, y mucho más, en todo Estados Unidos" acusándolos gravemente.
La publicación en su red social Truth Social dice: "No vamos a permitir que estos lunáticos sigan destrozando a Estados Unidos, sin darle siquiera la oportunidad de «RESPIRAR» y ser LIBRE. ¡Soros y su grupo de psicópatas han causado un gran daño a nuestro país! Eso incluye a sus amigos desquiciados de la Costa Oeste. ¡Cuidado, los estamos vigilando! ¡Gracias por su atención a este asunto!"
La retórica anti-Soros recibió el respaldo de Elon Musk quien desde "X" dijo: "Ya era hora".
No deja de ser interesante que Trump haya mencionado a su hijo, ya que desde 2023 el viejo George anunció que entregaría el control de su imperio progresista a su hijo Alexander.
Unos días más tardes Trump logró dar un gran golpe real al máximo órgano financiador del progresismo global, la USAID.
En febrero de 2025, la administración intensificó su ofensiva, Trump dijo que eliminaría casi todos los contratos de ayuda exterior de USAID y 60.000 millones de dólares en asistencia general en el extranjero, tras la auditoría relámpago de DOGE. Desde entonces, USAID ha sido desmantelada, y los pocos programas restantes han sido colocados bajo el control del Departamento de Estado. En rigor de verdad los chicos duros de Trump dieron de baja la USAID, no obstante, hubo apelaciones legales de algunos tribunales menores que mantuvieron en estado crítico esta organización.
"USAID está oficialmente en modo de cierre", indicó Marco Rubio.
El presidente Donald Trump le ha comunicado al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que no gastará 4.900 millones de dólares en ayuda exterior aprobada por el Congreso, recortando efectivamente el presupuesto sin necesidad de pasar por el Congreso.
Trump está utilizando lo que se conoce como una rescisión de bolsillo, cuando un presidente presenta una solicitud al Congreso para no gastar fondos aprobados hacia el final del año fiscal, de manera que el Congreso no pueda proceder sobre la solicitud en un plazo de 45 días y el dinero quede sin gastar como resultado, ahorrando ese dinero a los contribuyentes. El año fiscal llega a su fin a finales de septiembre y es la primera vez en casi 50 años que un presidente utiliza una (MSN).
La prensa progresista atacó a Trump, se hizo foco en que la medida era una manera "antidemocrática" de "evitar al Congreso", una parte de esos fondos, según críticos conservadores, terminaba financiando medios y organizaciones afines a la agenda progresista. No se habló del dinero que los contribuyentes se ahorrarían gracias a Trump.
EL ASESINATO DE KIR
El asesinato del periodista y activista MAGA Charlie Kirk ha sido otro llamado de atención sobre lo precario de la situación política estadounidense en este segundo mandato. Charlie daba una conferencia en un lugar abierto, un francotirador se ubicó en el techo de un edificio cercano, disparó, lo mató y escapó, dejando a una familia destruida.
Trump calificó el hecho como “un momento oscuro para América” y culpó a la “izquierda radical” por la retórica que, según él, alienta y justifica la violencia política (UPI). Llamó a Kirk “el mejor de Estados Unidos” y “un mártir de la verdad y la libertad”. En su red Truth Social, fue categórico: “El monstruo que lo atacó estaba atacando a todo nuestro país”. Y sentenció: “Esta clase de retórica es directamente responsable del terrorismo que estamos viendo en el país hoy”.
Pero lo cierto es que ya no se trata simplemente de diferencias ideológicas. Estados Unidos está dividido entre dos visiones irreconciliables de nación: una que busca desmontar los valores fundacionales en nombre del progresismo global, y otra que intenta resistir con uñas y dientes desde el último bastión conservador. Las tensiones no son ya simbólicas ni discursivas. Se viven en cada calle, en cada universidad, en cada red social, en cada órgano del Estado. Esta vez se ha cobrado una víctima fatal, un hombre de familia eliminado por decir ciertas cosas. El FBI ya atrapó al responsable y la investigación está en curso. (1) (2) (3)
El exgobernador de California Arnold Schwarzenegger expresó: “Me sentí muy, muy molesto porque le quitaron la vida a alguien por tener una opinión diferente. Es decir, es simplemente increíble. Era un gran comunicador, un gran defensor de los derechos y de las causas republicanas”. (CLARIN)
La fragmentación es total. La sociedad norteamericana no está al borde del colapso: ya ha empezado a deslizarse hacia él. La posibilidad de una guerra civil ya no suena descabellada ni lejana. El país más poderoso del mundo se encuentra gobernado por un presidente bajo asedio, por enemigos que no se esconden, y por una élite que parece decidida a empujar la historia hacia su punto de ruptura. El caos no es un accidente. Es el síntoma final de una nación que ha sido dinamitada por dentro, un país cuyos fundamentos vienen siendo socavados desde hace 80 años al punto de dejar de reconocerse a sí mismo. EE.UU. es un polvorín a punto de estallar. resta saber si Trump logrará mantener el orden o si algún evento inesperado hace volar a todo por los aires.
Por Theo Belok, padre de la Teoría Soberanista; escritor y analista geopolítico, autor de "Trump contra el Globalismo" y "Globalismo: ¿Qué es y cómo derrotarlo?. Sigue sus análisis en su sitio oficial (teoriasoberanista.com).